Nuestros pacientes deben saber en todo momento cual es la expectativa de pronóstico de los procesos patológicos que sufren. Se les debe ofertar los tratamientos más avanzados siempre considerando sus características personales y velando por su seguridad y con completa transparencia sobre la terapia más conveniente y sobre los resultados esperables. Por otra parte se velará por un equilibrio razonable entre los resultados esperables y los riesgos terapéuticos asociados sobre la base de un compromiso ético de nuestro equipo con los pacientes.